TU HISTORIA TAMBIÉN ES MI HISTORIA
Y no solo la mía, sino la de muchas mujeres, ya que todas somos de algún modo las nietas o bisnietas de un sistema que no ha procurado proteger a la mujer, con lo cual ya varias generaciones atrás vienen mujeres dañadas en su autoestima, amor propio y valentía, y así, con esa herida, estas mujeres que son nuestras ancestras se transformaron en madre y criaron con ese dolor, muchas veces invisibilizado, a su vez sus hijas, nuestras madres, muchas no tuvieron la información, los recursos o el coraje para cortar el patrón, y solo hicieron lo que mejor pudieron con su ser mujer que también se convirtió en madre, y hoy tú, que eres mujer hija y probablemente mujer madre al mismo tiempo, tienes la oportunidad de sanar.